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Mostrando las entradas de junio, 2021

En ti todo se llama amor

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 Por Valmore Muñoz Arteaga Hay un verso en el hermoso mundo poético del sufismo que dice “Fuiste, Eres, Serás Amor, en un tiempo lejano, en un futuro cierto. Sin contar las horas Eres”. ¿Qué eres? Eres Amor, ya que en ti todo se llama Amor. Y así como zoleyjah del maravilloso Rumi, que llamó a todo Amor, desde el incienso hasta el áloe, lo hago también, pues todo en ti se llama Amor. Y puedo pronunciar cincuenta, cien, ciento cincuenta mil palabras y cada una amanece desde ti, cada una retorna a ti en la exactitud misteriosa del resplandor de lo sagrado. Amor eres tú que eres el Amor: palabra primera y última. Palabra donde todo comienza en un eterno comenzar. Palabra en la que callo. Palabra en la que digo. Amor párpado abierto. Amor corazón sangrante. Amor que es tu nombre y todos tus nombres: vuelto paloma que revolotea en mi boca transformando mi saliva en vino espiritual para saciar mi sed en tu sed cuando te nombro. Amor que eres amor todo amor y nada más que amor.  En ti todo

La fe hace grande al hombre pequeño

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 Por Valmore Muñoz Arteaga En su Diario Filosófico , el pensador Ludwig Wittgenstein, escribió que para comprender el sentido de la vida era necesario creer en Dios, puesto que no son suficientes los hechos atribuidos al mundo para comprender a plenitud la realidad. Hay algo más allá que desnuda ante nuestros ojos el sentido profundo de la vida. Ese «algo más allá» sólo viene a nosotros a través de la fe. La fe nos abre las compuertas a un universo que le brinda un brillo especial y distinto a la opacidad limitada que descansa en la superficie de las cosas del mundo, ya que, por medio de ella, de la fe, nos coimplicamos con el trasfondo último de lo real. La fe pule con su transparencia nuestros ojos renovando la alegría del estar aquí y ahora con la lógica del amor. Conesa Ferrer explica que los principios de los cuales se alimenta la fe ayudan a organizar, interpretar y dar sentido a nuestras experiencias y pueden ser sostenidas racionalmente. El Papa Francisco nos recuerda en su Car