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Mostrando las entradas de septiembre, 2021

El amor es más fuerte que el mal

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 Por Valmore Muñoz Arteaga “Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien” (Gn 1,31) No se trata de que estaba bien, mucho más allá: estaba muy bien. Así culmina el primer capítulo del Génesis, así comienza la Creación: con la afirmación de que todo estaba «muy» bien. Es por ello que los cristianos estamos convencidos de que Dios no creó el mal. Al no haber sido creado por Dios, al no ser una expresión del corazón de Dios, entonces concluimos que el amor es más fuerte que el mal, ya que, como también sabemos: Dios es Amor. Esto lo recordé mientras descubría a Maurice Zundel, teólogo suizo, en un libro en el cual me orienta en la tarea de mirar al hombre de una manera distinta a como lo solicitan los rigores fríos y, a veces desalmados, de la modernidad. En el libro afirma lo que ya hemos dicho, el amor es más fuerte que el mal a partir de una exhortación que hace. Nos pide que hagamos silencio para poder escuchar el grito de inocencia de Dios que dice “No fui yo quien inventó la

Apuntes surrealistas sobre el desborde de la caricia

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Por Valmore Muñoz Arteaga I                Decía André Breton que la imaginación no puede cumplir por mucho tiempo una actitud subordinada. Llega un momento en el cual se desata y deja al hombre solo y abandonado a su destino de tinieblas. De hecho, asegura el poeta francés que lo que más amaba de la imaginación era que ella jamás lo perdonaba. No puede haber libertad si la imaginación queda presa a las órdenes de cierto utilitarismo convencional al cual nos convocó el racionalismo cartesiano y teologal. Ante tantas normas, leyes y reglas que nos vuelven una especie de extensión de Planilandia, queda la locura. Estoy plenamente dispuesto a reconocer, dirá Breton, que los locos son, en cierta medida, víctimas de su imaginación, en el sentido que ésta les induce a quebrantar ciertas reglas, reglas cuya transgresión define la calidad del loco, lo cual todo ser humano ha de procurar saber por su propio bien. La locura abre las compuertas a las alucinaciones, las visiones y éstas, en modo

La tempiternidad y el amor. Un regalo de amante

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  Por Valmore Muñoz Arteaga Reflexionaba acerca de una experiencia vivida y que ajustó perfectamente dentro de un concepto de Michel Onfray que he acariciado mucho: la hospitalidad de la carne . Reflexionaba que la vida está compuesta por instantes y que, de alguna manera, la eternidad puede sentirse dentro de esos instantes. Esa circunstancia es la que nos hace vivir la vida intensamente. Raimon Panikkar, filósofo catalán, comenta en una entrevista que al ser humano, en especial, al hombre y a la mujer occidentales, nos falta profundidad en la vida cotidiana. Vivimos distraídos pensando siempre en otras cosas. Concentrados en la eminencia de la duración. Hemos perdido, si alguna vez la tuvimos, la posibilidad de intimar con el instante. En esa pérdida hemos perdido también relación de intimidad y de conocimiento con el otro o, como lo podría decir algún filósofo, con la cosa conocida. El instante, o como lo llamaron los griegos: el kairós , es el momento oportuno, propicio, que corr